En Jordania, ICE participa en curso de formación en Incidencia por el Aprendizaje a lo largo de toda la vida
Durante el curso realizado por el ICAE, en asociación con la DVV Internacional, se compartieron conocimientos y experiencias de defensa del derecho humano a la educación en los contextos nacionales, regionales e internacionalesCarmen Campero, integrante de la coalición Incidencia Civil en la Educación (ICE), en México, representó a la región de América Latina y el Caribe en el Curso de Formación en Incidencia por el Aprendizaje a lo largo de toda la vida (IALLA, por sus siglas en inglés), que se realizó entre los días 1º y 14 de septiembre en Madaba, Jordania, por iniciativa Consejo Internacional de Educación de Adultos (ICAE), en asociación con la DVV Internacional.
Participaron en este proceso de formación 26 personas de 24 países de América Latina, Europa, Norteamérica, Medio Oriente, África y Asia, todos ellos educadoras y educadores o personas comprometidas con el ejercicio del derecho a la educación y otros derechos humanos. Esta diversidad de participantes, sumada a una dinámica de taller, que favorecía el aprendizaje teórico y práctico, el intercambio y la participación de todas y todos, permitió a las y los asistentes compartir conocimientos sobre diferentes temas, así como experiencias de vida e informaciones respecto a sus distintas realidades, culturas y prácticas en la Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA).
“Esta es una gran iniciativa para formar más personas que puedan realizar incidencia sobre las políticas públicas para el ejercicio de los derechos, y también en lo que se refiere a posicionar el ejercicio del derecho humano a la educación de personas jóvenes y adultas en las agendas nacionales”, afirmó Carmen.
Ella también destacó la existencia de una generación de grandes educadores populares que han realizado una tarea muy importante y cuyas experiencias y prácticas deben ser compartidas y divulgadas, con el objetivo de formar nuevos cuadros para la incidencia política entre academia, sociedad civil y organismos del Estado, y así impulsar políticas públicas, sean estas internacionales, nacionales o locales.
Durante la formación, se abordaron, entre diversos temas, cuáles son los principales retos de quienes trabajan en la defensa (advocacy en inglés) de los derechos humanos, sociales y económicos a nivel global, indicando los procesos de incidencia que se desarrollan en diferentes espacios y conferencias internacionales.
Al respecto, se profundizó en conceptos como Estado, mercado, sociedad civil, movimientos sociales y se discutió sobre cuáles son los papeles posibles de los dos últimos en procesos de incidencia respecto al derecho humano a la educación y a las políticas educativas. “Se profundizó sobre todo el debate sobre las conferencias de las Naciones Unidas, por ejemplo las CONFINTEA [Conferencia Internacional de Educación de Adultos], y su relación con los derechos sociales y la EPJA en particular. Se evaluó que estos son espacios de incidencia relevantes, especialmente en lo que se refiere a los actuales debates sobre la definición de metas de desarrollo post-2015, y que deben ser ocupados a partir de la creación de coaliciones y alianzas con las y los activistas que se dedican a temas transversales debatidos en otras conferencias del sistema ONU, pero que se relacionan con el ejercicio del derecho humano a la educación”, afirmó Carmen Campero.
Asimismo, como otros aprendizajes importantes que se compartieron en el encuentro, ella subrayó el abordaje de la educación como un derecho humano y un elemento transformador, reforzando la intersectorialidad como estrategia de incidencia, a través de la sumatoria de fuerzas y del diálogo entre grupos que luchan por diferentes derechos - causas de género, exclusión, bajos niveles educativos, medio ambiente, violencia, entre otros. “Concluimos que es muy importante esta mirada más articulada de los ejercicios de los derechos, pues todos están articulados y son indivisibles. También se estuvo trabajando sobre la definición de ciertas estrategias concretas de incidencia y sus características. Por ejemplo, sobre cómo hacer campañas, comunicados, llamadas a la acción, así como formar coaliciones y conseguir citas con autoridades”, añadió.
La integrante de la ICE también destacó las informaciones que obtuvo sobre cómo realizar procesos de formación que sean más activos, incluyentes, participativos, dinámicos, y a la vez fundamentados en referentes teóricos y construidos a partir de experiencias concretas de incidencia y de vida. Otro aprendizaje fue la constatación de cómo la incidencia sobre políticas públicas y los cambios sociales son un proceso largo, cuyos resultados se alcanzan con múltiples acciones, realizadas con una gran variedad de actores. “Los movimientos sociales y el trabajo en redes son espacios clave para avanzar en este sentido. Asimismo, se valoró el concepto del defensor del DHE como un traductor cultural, lo que implica estar abierto a la diversidad de culturas, prácticas y enfoques, así como una actitud de diálogo y escucha, y una gran capacidad de negociación”, afirmó Carmen.
Finalmente, comentó la necesidad de recaudar información sólida respecto a la problemática sobre la cual uno quiere incidir, para que se tenga así más
fundamentos, y además señaló que es clave tener claridad sobre el objetivo preciso de cada actividad de incidencia, de manera que se pueda traducirlo en un mensaje sencillo y de fácil comprensión, explicando también qué tipo de participación se espera de quien se convoca – por ejemplo, el objetivo de difundir un comunicado puede ser solamente dar a conocer determinado mensaje, o hacer que quien lo reciba pueda divulgarlo a otras redes o presentarlo a las autoridades locales, etc.
Actuales retos de incidencia en México
Según la integrante de la ICE, los aprendizajes que pudo intercambiar en el IALLA serán muy útiles a su coalición en el contexto desafiador que se tiene ahora para el derecho humano a la educación en México, con la reciente reforma educativa realizada por Peña Nieto (presidente por el Partido Revolucionario Institucional – PRI), y las leyes reglamentarias que se están votando en el Parlamento. “Tendremos el desafío de analizar qué es lo positivo y qué falta realizar en cada una de estas leyes. En el IALLA, compartimos que es importante hacer un balance de los distintos aspectos de cada ley o documento sobre el cual se pretende incidir, pues si uno solamente critica y no reconoce avances, no puede posicionar los retos en los que falta avanzar en las políticas educativas. Es importante trabajar en diálogo con los órganos estatales y otros actores sociales, desde una mirada más integral de la EPJA”, concluye Carmen.