Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación

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Caravana 43: familiares de estudiantes desaparecidos en Iguala, México, buscan apoyo internacional para su lucha por justicia

En su visita a São Paulo, Brasil, dos madres y un padre de dos de los estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa desaparecidos, y un normalista de este colegio participaron en rueda de prensa, donde comentaron el proceso de búsqueda por las víctimas, destacando que el Estado mexicano no ha colaborado con las investigaciones

11 de junio de 2015

Por Fabíola Munhoz, de CLADE

ayotzinapa 4Familiares de los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre de 2014 en Iguala, México, y un estudiante de esta escuela rural estuvieron en São Paulo, Brasil, como parte de las actividades de la Caravana Sudamérica 43, iniciativa que, a través de una jornada por Uruguay, Argentina y Brasil, pretende darle difusión y sumarle solidaridad a la lucha de las madres y padres por justicia y para que los normalistas victimados aparezcan con vida. Forman la Caravana: Francisco Sánchez Nava, estudiante de la Normal de Ayotzinapa, primo de uno de los desaparecidos y sobreviviente de la masacre; Mario César González Contreras e Hilda Hernández Rivera, padre y madre del estudiante desaparecido César Manuel González Hernández; Hilda Legideño Vargas, madre del estudiante desaparecido Jorge Antonio Tizapa Legideño (respectivamente a partir de la izquierda en la foto arriba).

Como parte de las actividades de la Caravana en São Paulo, se realizó una rueda de prensa el 2 de junio, en la que participó la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), que viene acompañando el caso con preocupación desde su inicio [sepa más]

Francisco afirmó que en la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, conocida como Escuela Normal de Ayotzinapa, en donde estudian hijos de campesinas/os,  es un lugar de lucha por los derechos del pueblo y de los estudiantes, que siempre han sido reprimidos por el Estado. “Somos un estorbo, pues para cada injusticia que vemos, salimos a la calle a defender los derechos humanos”, afirmó.

El estudiante también recordó que esta no fue la primera vez en que los estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa sufrieron con la violencia estatal. “El 12 de diciembre de 2011 masacraron de manera violenta a dos compañeros durante una manifestación pacífica en contra del anuncio de que se cortarían 40 matrículas de las 140 disponibles en nuestra escuela”, dijo.

Añadió que, el 7 de enero de 2014, algunos estudiantes hacían un boteo para recabar fondos que se utilizarían en actividades del movimiento estudiantil, cuando llegó un tráiler y los atropelló. Por fin, el fatídico 26 de septiembre, cuando los estudiantes regresaban de un nuevo boteo en un pueblo próximo a Iguala, fueron atacados por la policía. “Con los primeros disparos, dos compañeros fueron heridos y la policía dijo que quería negociar porque ‘no habían sido ellos quienes dispararon’”, dijo Francisco. Afirmó también que, luego de la negativa de los estudiantes a este tipo de acuerdo, la policía tardó dos horas en llamar una ambulancia para rescatar a los heridos. Cuando ya estaban en el hospital, militares entraron en este establecimiento a tratarles mal y a sacarles su cartera y su celular.

ayotzinapa 3‘Ya basta de impunidad, no vamos a dejar de buscar a nuestros hijos con vida’

“Llevamos ocho meses luchando por justicia y por la aparición con vida de nuestros compañeros. No hay ninguna investigación certera sobre el paradero de los estudiantes hasta ahora. Es inmensa la desesperación de las familias por no saber qué está pasando con sus hijos”, afirmó Francisco (foto al lado). 

Hilda Vargas, madre del estudiante desaparecido Jorge Antonio Tizapa, contó que ya han buscado sus hijos en las cárceles, hospitales y en la policía militar, pero hasta ahora no tuvieron ninguna noticia. “En Guerrero la delincuencia organizada y el gobierno es lo mismo (…) En las primeras semanas, nos dijeron que nuestros hijos estaban muertos, pero ello no se comprobó científicamente. En enero, dieron por cerrado el caso, pero no vamos a dejar de buscar a nuestros hijos con vida”, afirmó. 

Por su turno, Mario César González, padre de César Manuel Hernández, reforzó que no hay pruebas para la versión del gobierno de que los cadáveres encontrados en el basurero de Cocula en diciembre del año pasado serían de los estudiantes desaparecidos, y que por ello habían logrado la reapertura de las investigaciones. “Peritos argentinos negaron la versión primera de los cuerpos encontrados en la fosa de Cocula. Ya basta de impunidad. El Estado nos quiere inculcar el miedo y tenemos que buscar el cambio, organizándonos”.

Hasta marzo de 2015, en el país se enlistaron oficialmente 25 mil 821 personas “no localizadas” en el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas del Sistema Nacional de Seguridad Pública. De éstas, 10 mil 836 desaparecieron en lo que va del actual gobierno. El resto, es decir la mayoría, data de la administración de Felipe Calderón. Por su metodología, la base de datos gubernamental podría ocultar centenas de desapariciones, señalan las organizaciones civiles. “No son solo 43, son miles las personas reprimidas y que sufren con la violencia del Estado, especialmente indígenas y campesinos. La única arma que tenemos es el micrófono”, afirmó Mario César González, añadiendo que en los lugares por donde pasaron compartiendo su lucha se han presenciado casos de violencia parecidos.

Hilda Vargas añadió que el Estado de México no ha contribuido con las investigaciones que se están llevando a cabo en el país por un Comité de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). “Ante esta situación, estamos pidiendo que tengan consciencia y que haya un cambio rumbo a una verdadera democracia en el país”.

Antes de venir a Brasil, la Caravana pasó por Córdoba, Rosario y Buenos Aires, en Argentina, así como Montevideo, en Uruguay. Luego de su visita a São Paulo, pasaron por Porto Alegre, y ahora se encuentran en Río de Janeiro, donde se quedan hasta el 12 de junio. Asimismo, la Caravana llevó también familiares de los desaparecidos a EUA, Canadá y 12 países europeos, como Alemania, Francia, España e Italia.