Camilla Croso: “La comunidad educativa debe estar en armonía con la cultura de derechos humanos”
En entrevista a la UNESCO OREALC, la coordinadora general de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), Camilla Croso, comenta la Consulta sobre Educación para la Paz, Convivencia Democrática y Derechos Humanos, iniciativa de la Campaña que se encuentra en etapa de aplicación en siete países de la región
Entrevista a la UNESCO/OREALC, publicada generalmente aquí
¿Por qué es necesario que CLADE realice una consulta regional sobre educación para la paz, convivencia democrática y derechos humanos en América Latina?
Porque la CLADE es una red plural de organizaciones de la sociedad civil presente en más de 15 países de América Latina y el Caribe, actúa en defensa del derecho a una educación pública, gratuita y de calidadpara todos y todas, de responsabilidad del Estado. CLADE entiende que el propósito de la educación, señalado en distintos instrumentos internacionales ratificados por los Estados Nacionales, debe orientarse “…hacia el pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su dignidad y deberá fortalecer el respeto por los derechos humanos, el pluralismo ideológico, las libertades fundamentales, la justicia y la paz. Tal como afirma el Protocolo de San Salvador, la educación debe capacitar a todas las personas para participar efectivamente en una sociedad democrática y pluralista (y) lograr una subsistencia digna”.
Realizar el derecho humano a la educación, tal como se señaló anteriormente, pasa necesariamente por la promoción de los derechos humanos en los sistemas educativos, la promoción de una cultura de paz y no violencia y la convivencia democrática, ejes centrales de la educación en derechos humanos. Esto va más allá de la enseñanza de los tratados, contenidos e historia de los derechos, sino que abarca las relaciones y vivencias en el ambiente escolar, y la cultura democrática de la institución educativa. Implica además la amplia participación de la comunidad educativa, para que sus prácticas, espacios, enseñanza y construcciones colectivas estén en armonía con la cultura de derechos humanos.
La presente consulta se diseñó con el objetivo de entender cuánto responden a estos principios las políticas educativas de nuestra región, si se están promoviendo los derechos humanos, la paz y la convivencia democrática,, desde la legislación hasta las prácticas en los centros educativos, pasando por los programas, currículo, materiales y la formación docente.
Con esta consulta, se quiere contribuir a la construcción colectiva del conocimiento, al debate y al desarrollo de políticas para la convivencia, la cultura de paz y la reducción de la violencia, en particular la de género, en las escuelas de América Latina y el Caribe.
México, Guatemala, Costa Rica, Colombia, Bolivia, Paraguay y Honduras son los países parte de la muestra ¿Cuáles fueron los criterios de la selección?
Es importante decir que no se trata de una muestra representativa, sino de un estudio exploratorio sobre los casos específicos. La elección de los países se dio combinando tres criterios: la situación observada de la coyuntura (en algunos de esos países existen casos de confilcto armado , violencia pronunciada y/o discriminación); el interés de los foros nacionales miembros de CLADE en participar nacionalmente; y un balance entre todas las subregiones
latinoamericanas: Cono Sur, región andina y Centroamérica.
Esta iniciativa tiene lugar en el marco del Observatorio Regional de Educación Inclusiva ¿cuál es el diagnóstico previo sobre inclusión y
educación en la región?
En los sistemas educativos de América Latina y el Caribe se mezclan diversas y complejas lógicas, siendo una el rechazo o resistencia hacia la diversidad y lo plural, lo que conlleva a sistemas educativos que producen y reproducen discriminación y exclusión. En distintos grados, las discriminaciones se enmarcan en contextos de violencia, tanto física como simbólica. Niñas, jóvenes y mujeres merecen atención especial en esta temática: sus trayectorias educativas encuentran barreras que van del trabajo doméstico al cuidado de los hermanos y hermanas, y embarazos en la adolescencia, la influencia de las religiones en las decisiones sobre políticas educativas, pobreza, los conflictos armados y un ambiente escolar peligroso y violento.
Se nota también en los sistemas educativos de la región y del mundo, un creciente énfasis de una agenda de dicha “seguridad” al interior de las escuelas. Esa agenda se presenta como una importante estrategia de supuesta de la violencia y de control de los estudiantes, que vienen manifestándose crecientemente alrededor del mundo. La agenda de seguridad aplicada al sistema educativo puede estar orientada a controlar a los y las estudiantes o, en algunos casos, reprimirlos directa y activamente, muchas veces aplicando medios violentos.
En este escenario, promover la concepción de la educación como un derecho humano fundamental, que responda a un horizonte de dignidad humana, de fortalecimiento de democracia y ciudadanía, de participación ciudadana en la vida pública, de preparación más amplia para participar dignamente en el mundo del trabajo, se hace necesario y urgente.
Uno de los instrumentos que utilizará la consulta serán grupos focales a niños, niñas y adolescentes. ¿Por qué esta apuesta departicipación? ¿Cómo se piensa lograr que efectivamente expresen sus puntos de vista?
La participación de estudiantes adolescentes como sujetos sociales de derechos, con capacidad de expresar sus puntos de vista en relación con la violencia, la discriminación, las formas como impactan en sus vidas, así como las posibilidades de abordar su superación, la resolución no violenta de los conflictos y la promoción de una cultura de derechos humanos, es fundamental para la CLADE y para las acciones relacionadas con esta consulta.
Esta propuesta de consulta para adolescentes no tiene sólo la pretensión general de recopilar información sobre los incidentes de violencia, desprotección y violación a los derechos humanos a que están sometidos o revisar el abordaje de los derechos humanos en y desde los programas educativos sino, además, posibilitar la participación de los y las estudiantes en la construcción de soluciones colectivas, en el desarrollo de ciudadanía y en la formación de sujetos integrales, libres y felices.
La participación es un camino para superar las posturas asistencialistas y permite que los niños, niñas y adolescentes defiendan sus derechos, desarrollen habilidades organizativas y colaboren en las necesarias transformaciones institucionales que tienen como fin la construcción de culturas de paz, respeto y plena realización de los derechos humanos.
La metodología propuesta para la realización de la consulta a los y las estudiantes como a los y las docentes es la realización de grupos focales, entendidos como una entrevista grupal abierta, donde se procura que un grupo de individuos seleccionados discutan y elaboren, desde la experiencia personal, una temática o hecho social que es objeto de investigación. Adicionalmente al grupo focal, se solicita a la organización que describa una experiencia positiva en la que haya intervenido con respecto a la prevención o atención de la violencia.
Los resultados de la consulta se utilizarán como insumo para la puesta en marcha del Observatorio Regional de Educación Inclusiva ¿Cuáles son las fechas clave para entrega de resultados?
Se espera finalizar el informe regional de la consulta en julio de 2013, y hacer públicos sus resultados en agosto.
Descargue aquí el folleto sobre la consulta.