México: Organizaciones sociales destacan los actuales desafíos de la educación de personas jóvenes y adultas
Documento realizado por organizaciones de la sociedad civil, entre ellas la ICE, miembro de CLADE, destaca la importancia de considerarse la diversidad y la complejidad en este campo educativo
A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años, todavía existen en México 31,9 millones de personas adultas (mayores de 15 años) que no han concluido su educación básica. Hay también 3,2 millones de jóvenes, entre 15 y 17 años de edad, que no están estudiando, ni educación secundaria ni superior. Todo esto en un contexto en que se suman 60 millones de personas viviendo en situación de pobreza, un desempleo de 5,1% (2012), y el alarmante dato de que se han asesinado 60 mil personas en el último año en la guerra contra el narcotráfico.
Las cifras nos dan un marco de las problemáticas del país continental en lo que toca a la Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA) – nivel que no raro está afuera de la agenda pública. Es justamente para visibilizar los desafíos de esta etapa educativa que un conjunto de organizaciones de la sociedad civil está difundiendo un documento con desafíos y propuestas sobre el tema. Incidencia Civil en Educación (ICE), socia de la CLADE en el país, está entre ellas.
El esfuerzo se hace en conjunto con diversas organizaciones y redes sociales, justamente en el marco del nuevo Plan Nacional de Desarrollo anunciado por el nuevo gobierno de Peña Nieto del conservador PRI (Partido Revolucionario Institucional), que asumió la presidencia en diciembre de 2012.
El documento resulta de mucho debate, más precisamente de la memoria del IV Foro Nacional Balance y Perspectivas de la Educación con Personas Jóvenes y Adultas en México, realizado el 28 de Mayo de 2012 y convocado por diversas organizaciones, entre ellas la ICE.
El encuentro tuvo la participación de 230 personas de aproximadamente siete estados del país, entre trabajadores/as de universidades, instituciones públicas y también instituciones privadas y organizaciones de la sociedad civil.
La CLADE conversó con Carmen Campero, de la ICE, sobre los principales retos de la EPJA, así como las propuestas y reflexiones presentes en el documento. A seguir, los principales puntos.
Retos
Según Campero, considerando los resultados del Foro, el principal reto de la EPJA, del cual derivan todos los otros, es la necesidad de transformar los enfoques que orientan a este campo educativo, para que las políticas, proyectos, acciones y prácticas se diseñen y concreten desde las perspectivas de la educación a lo largo de la vida, lo que incluye la diversidad de áreas de acción y la perspectiva de la educación como derecho para todas y todos, orientado a la transformación social.
Esta nueva mirada implica la necesidad de considerar a las personas jóvenes y adultas desde un enfoque humano y social, como sujetos que tienen una trayectoria con múltiples saberes, conocimientos y recursos, los cuales se requiere incorporar a los procesos educativos. Asimismo, se debe promover la participación crítica de las y los estudiantes de EPJA a lo largo de la educación.
Para que este reto principal se cumpla, Campero señala las siguientes demandas:
- La oferta da EPJA debe ser pertinente, amplia, diversa, integral y flexible, considerando la complejidad de este campo educativo y de la realidad social actual;
- Que se considere la diversidad de perfiles de las personas que participan en este campo educativo, en su especificidad: mujeres, indígenas, jóvenes, migrantes, personas en situación de encierro, adultos mayores, entre otros;
- Que la oferta de EPJA se impulse y se oriente para promover el desarrollo de las y los estudiantes, así como del país en su conjunto;
- Que se creen relaciones de diversa índole para garantizar el acceso, la permanencia, la continuidad y la conclusión de los estudios de EPJA. “En ese sentido se requiere que se articulen diferentes niveles y modalidades, para dar respuesta a las necesidades de EPJA y al mismo tiempo promover el desarrollo y la potenciación de las capacidades de las y los estudiantes, haciendo posible la construcción colectiva de mejores horizontes de vida”, explica Campero.
- Garantizar la profesionalización de los/as educadores y educadoras. “En México hay muchas figuras de educadores: hay capacitadores, promotores sociales, educadores populares, asesores de sistemas abiertos, tutores, formadores, etc. Es fundamental que se promueva la profesionalización de ellas y ellos, considerando la formación específica en EPJA”, añade la integrante de la ICE.
Asimismo, señala que la profesionalización incluye también mejores condiciones laborales y de trabajo, pues muchas y muchos educadoras/es en el país son voluntarios, se les paga por productividad, realizan su actividad educativa en tiempo parcial, o no cuentan con formación específica en EPJA. “Se ha visto que tanto la formación específica y a profundidad, como contar con condiciones de trabajo dignas son factores que influencian directamente en la calidad de los procesos educativos y en sus resultados”, dice Campero. Otros retos indicados por ella son:
- La coordinación del trabajo y la suma de esfuerzos entre diferentes actores de este campo educativo (educadores/as, organizaciones públicas y privadas, asociaciones civiles, empresas, sindicatos, comunidades, etc.) para impulsar propuestas de calidad y ampliar las oportunidades de acceso y permanencia, a fin de que las y los estudiantes puedan participar en los procesos educativos y concluirlos.
- Muchos educadores e instituciones responsables por los servicios que forman parte en la EPJA (capacitación, desarrollo social, fortalecimiento de la ciudadanía, etc.), no se consideran parte de esa mirada ampliada de la EPJA. Es necesario que, como resultado de un esfuerzo colectivo, se vaya construyendo o fortaleciendo la identidad de las instituciones y de las y los educadoras/os como parte de este campo educativo.
La síntesis de los debates del IV Foro Nacional también puntúa que, para realizar los cambios necesarios, se requiere políticas públicas y programas que se definan con la participación de diferentes actores, desde la perspectiva de los derechos y de la educación a lo largo de la vida. Y que además se dote a estas políticas y programas de suficiente presupuesto para dar respuestas a los retos mencionados.
“Queremos impulsar estos retos en la nueva agenda pública y también posibilitar que se visualice la EPJA, tema que, aunque central, muchas veces no tiene prioridad en la agenda política. Se está haciendo un esfuerzo para difundir estos resolutivos del Foro en diversas organizaciones públicas que se relacionan a la educación de adultos, como la Secretaria de Educación Pública, la Comisión de Desarrollo Indígena, la Cámara de Diputados y la de Senadores, entre otras, y también en el Plan Nacional de Desarrollo que se está elaborando”, concluye Campero.
Para alcanzar estos objetivos, la ICE, en conjunto con la Red de Educación de Personas Jóvenes y Adultas (Red EPJA), el Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe (CEAAL), Red de Educación Popular entre Mujeres de Latinoamérica y el Caribe (REPEM), DVV international, Asociación Alemana para la Educación de Adultos, Universidad Pedagógica Nacional (UPN) y Grupo de Educación Popular con Mujeres (GEM), viene difundiendo un documento de síntesis de estos retos a través de las redes sociales y también por medio de encuentros con representantes de organizaciones públicas, como, por ejemplo, la Directora General del Instituto Nacional de Educación para Adultos, que recibió una copia del documento con los retos. De igual manera se los han presentado en diversos foros relacionados con la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo.
Las y los invitamos a consultar la Memoria del IV Foro Nacional Balance y Perspectivas de la Educación con Personas Jóvenes y Adultas en México
Descargue también la carta de Síntesis con los principales retos para la realización de la EPJA en el país